En los últimos años, la Melena de León (Hericium erinaceus) ha captado la atención de la comunidad científica por sus posibles efectos neuroregenerativos. Lo que antes se usaba en la medicina oriental como un tónico para el sistema digestivo y la vitalidad, hoy se estudia como potencial coadyuvante en enfermedades neurodegenerativas, incluyendo el Alzheimer.

¿Por qué este hongo interesa a la ciencia?

La Melena de León contiene dos compuestos únicos: las hericenonas (presentes en el cuerpo fructífero) y las erinacinas (presentes en el micelio). Ambos estimulan la producción del factor de crecimiento nervioso (NGF), una proteína fundamental en el desarrollo, mantenimiento y regeneración de las neuronas.

La pérdida progresiva de conexiones neuronales es uno de los procesos centrales del Alzheimer. Por eso, los investigadores están analizando si esta capacidad regenerativa del hongo puede tener efectos terapéuticos en fases tempranas de la enfermedad.

Estudios relevantes

Una revisión científica publicada en febrero de 2025 (Zhang et al.) recopiló evidencia de ensayos en humanos con deterioro cognitivo leve. Algunos datos destacados:

  • Ensayo clínico (Mori et al., 2009): 30 adultos mayores con deterioro cognitivo leve recibieron 3 g diarios de polvo de Melena durante 16 semanas. El grupo tratado mostró mejoras estadísticamente significativas en memoria y reconocimiento visual.

  • Estudio extendido (2020–2023): pacientes que consumieron Hericium erinaceus durante 49 semanas mantuvieron una función cognitiva más estable que los del grupo placebo.

  • Meta-análisis 2024: concluyó que la Melena de León puede enlentecer la progresión de síntomas en etapas tempranas, aunque no reemplaza tratamiento farmacológico.

¿Cómo actúa?

El posible efecto terapéutico de la Melena de León se basa en varios mecanismos:

  • Estimula la producción de NGF → regenera axones dañados.

  • Mejora la plasticidad sináptica → favorece la adaptación del cerebro.

  • Disminuye la inflamación neuronal y el estrés oxidativo.

  • Interviene en la conexión intestino-cerebro (el “segundo cerebro”).

¿Puede usarse como tratamiento?

No. Hoy no está aprobado como tratamiento oficial para el Alzheimer. Pero distintos equipos científicos lo están considerando como una herramienta complementaria, especialmente útil en prevención o en etapas iniciales de deterioro cognitivo leve.

Siempre debe ser incorporado dentro de un enfoque integral de salud cerebral: nutrición, ejercicio, estimulación cognitiva, descanso y supervisión médica.

Conclusión

La Melena de León no es magia ni promesa vacía. Es una sustancia natural con mecanismos biológicos claros y evidencia inicial positiva en estudios clínicos. Su potencial como apoyo cognitivo continúa siendo investigado y podría, en un futuro cercano, consolidarse como un aliado real en la lucha contra el deterioro neurológico.

Fuentes científicas:
  • Mori K, et al. Phytotherapy Research, 2009.
  • Zhang Y. et al. Hericium erinaceus as a neurotherapeutic agent: a narrative review, J Integr Neurosci, 2025.